México Kintsugi, el Oro en un Nuevo Orden Mundial

Kintsugi y la Oportunidad de México

El mundo actual se asemeja a un jarrón fracturado, una pieza de porcelana con grietas profundas tras décadas de tensión geopolítica, polarización y conflictos. Desde la guerra en Ucrania hasta la competencia feroz entre Estados Unidos y China, pasando por la inestabilidad en Medio Oriente, al abandono de África, la inseguridad en América Latina y los desafíos económicos de Europa, la estructura global muestra signos de ruptura. Sin embargo, al igual que en la técnica japonesa del Kintsugi, donde las grietas de un objeto roto se reparan con oro para crear una pieza más fuerte y valiosa, el mundo necesita un conector, un país que actúe como ese oro que una las piezas del orden internacional. México, con su histórica habilidad diplomática y su posición estratégica, tiene la oportunidad única de ser ese elemento de cohesión.

México: La Suiza de América Latina

México ha construido a lo largo de las décadas una diplomacia discreta pero efectiva. A diferencia de muchas potencias regionales, México ha mantenido buenas relaciones con prácticamente todos los bloques geopolíticos: desde Norteamérica, donde forma parte del T-MEC junto a EE. UU. y Canadá, hasta los BRICS, pasando por la Unión Europea, América Latina y los países de Medio Oriente. Esta capacidad para tender puentes con todos los hemisferios posiciona a México como un actor con potencial para facilitar diálogos y promover la estabilidad global, pero sobre todo para proponer una nueva era. 

El autor George Friedman, en su libro “Los próximos 100 años”, sugiere que México jugará un papel fundamental en la geopolítica del siglo XXI. Este rol no solo se debe a su ubicación estratégica o a su potencial económico, sino también a su capacidad para actuar como mediador en un mundo cada vez más polarizado.

Un Mundo Fragmentado: ¿Dónde Está el Oro?

La tensión entre Estados Unidos y China, exacerbada por la guerra tecnológica y comercial, ha creado un vacío de liderazgo en áreas clave como la regulación tecnológica, la sostenibilidad ambiental y la política migratoria global. Europa, golpeada por la crisis en Ucrania y la incertidumbre económica, lucha por mantener su estabilidad interna, mientras que Rusia, bajo sanciones internacionales, se encuentra aislada y buscando alianzas alternativas.

En medio de este panorama, las grandes instituciones globales, como la ONU, el FMI y el Banco Mundial, que alguna vez fueron pilares del orden mundial, parecen desgastadas, muy burocráticas, pesadas y en ocasiones irrelevantes. El mundo necesita nuevas instituciones que aborden los desafíos actuales con una perspectiva fresca, activa, ligera y adaptada al siglo XXI.

México como Fundador de Nuevas Instituciones Globales

Parecería algo surrealista, pero México lo es, está en su esencia. México el amigo del mundo, una de las principales potencias globales, con una estructura solida en la diplomacia y en los negocios. México tiene la oportunidad de proponer y liderar la creación de estas nuevas instituciones globales, integrando a todos, al igual que lo hicieron las potencias aliadas en 1944 con la fundación de Bretton Woods. Algunas propuestas podrían ser:

1. Instituto Global para la Regulación de Tecnología y Datos (Global Institute for Technology and Data Regulation, GITDR): Ante el avance de la inteligencia artificial, la protección de datos y el uso ético de la tecnología, se necesita una institución que establezca reglas claras y justas. México, con su equilibrio entre las economías desarrolladas y emergentes, podría liderar esta conversación.

2. Organización Internacional para la Migración Justa y Sustentable (International Organization for Fair Migration, IOFM): México, como país de origen, tránsito y destino de migrantes, podría ser el epicentro de un nuevo pacto migratorio global, abogando por un enfoque más humano y coordinado entre naciones.

3. Centro para la Innovación y Sostenibilidad Global (Center for Global Innovation and Sustainability, CGIS): Enfocado en la creación de soluciones sostenibles en áreas como energía renovable, agua limpia y agricultura sostenible, México podría convertirse en un centro de innovación verde.

La Visión Humanista y Diplomática de México

Bajo el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum, México tiene una oportunidad de oro para posicionarse como un promotor de la política exterior basada en el humanismo, priorizando el diálogo, la paz y la cooperación internacional. Su enfoque no debería ser el de competir con las grandes potencias, sino el de actuar como un punto de equilibrio, ofreciendo una perspectiva fresca y promoviendo un enfoque más saludable en las relaciones internacionales.

México tiene que Responder al Llamado Global

El mundo necesita un nuevo orden, uno donde las grietas del pasado no se oculten, sino que se reparen con sabiduría y visión. México tiene la oportunidad de convertirse en el oro del Kintsugi global, no como una potencia hegemónica, sino como un conector de culturas, economías e ideas.

Es momento de que México no solo sea un espectador en la escena global, sino un actor activo que, con su diplomacia, su historia y su visión de futuro, ayude a construir un mundo más justo, más humano y más unido. Esta posición además ayudará fuertemente a la solides económica, política, académica, social, empresarial, nacional.