El mundo en 2075: el siglo que quiso durar para siempre
- Emilia Rico
- Oct 27
- 4 min read

En su más reciente informe, The Path to 2075: The Positive Story of Global Aging, Goldman Sachs Global Economics Analyst lanza una de las visiones futuristas más ambiciosas sobre el siglo XXI. El artículo destaca que para 2075 la esperanza de vida global alcanzará los 93 años en las economías avanzadas y más de 80 en los países emergentes. Esta nueva cifra es impulsada por factores actuales y futuros como: biotecnología, medicina preventiva y mejores hábitos de salud. En lugar de una crisis demográfica, el envejecimiento podría representar el mayor salto desde la Revolución Industrial.
En primer lugar, Goldman Sachs marca el nuevo mapa del poder económico con una reconfiguración completa del orden mundial. India, China y Estados Unidos dominarán el top tres, con un PIB conjunto superior a los 160 billones de dólares, seguidos de Indonesia, Nigeria, Pakistán, Egipto, Brasil, Alemania y finalmente, México logrando entrar como décimo lugar.
Se pronostica que el Sur Global será el epicentro del crecimiento, mientras que Europa experimentará un estancamiento prolongado por baja natalidad y envejecimiento acelerado. El crecimiento global promedio descenderá del 3.2% en 2010-2019 a 1.7% en 2070-2079. Pero esa desaceleración no es negativa ya que el planeta está transitando hacia un modelo de crecimiento diferente basado en bienestar, innovación y longevidad que en expansión material.
Por otro lado, la fertilidad mundial es uno de los mayores impactos prospectivos. La fertilidad cayó de 5 hijos por mujer en 1960 a 2.4 actualmente en 2025, y se espera que llegue a 1.7 en 2075. Las tasas de fertilidad más bajas comienzan con Corea del Sur (0.7) por el boicot movimiento 4B donde las mujeres rechazan el matrimonio, el sexo, las citas y tener hijos con hombres como una reacción política y social contra el patriarcado.
En Taiwán (0.8), el fenómeno responde al alto costo de vida, largas jornadas laborales y la falta de políticas de conciliación familiar. Y en Ucrania (0.9), la falta de presencia de hombres por la guerra, la migración forzada y la incertidumbre económica han reducido esta cifra. En conjunto, estos factores evidencian un cambio estructural donde la maternidad deja de ser un mandato social para convertirse en una elección.
Esta situación, crea nuevas formas de reproducción y crianza como tecnologías de fertilidad asistida e incluso reproducción artificial exógena, donde el nacimiento se traslada del cuerpo al laboratorio. También, las mascotas se han convertido en el nuevo vínculo familiar. Poco a poco la familia dejará de ser una estructura heredada para convertirse en una decisión tecnológica y afectiva.
Uno de los hallazgos más disruptivos del informe es la evolución de la salud física y la apariencia. Los avances en biotecnología, edición genética y medicina regenerativa harán que los 70 sean los nuevos 40. Gracias a los avances en inteligencia artificial, biotecnología y genómica, los tratamientos personalizados (basados en el ADN, hábitos y perfil hormonal de cada individuo) permitirán optimizar la salud celular y mantener una apariencia joven durante más tiempo. Por lo tanto, la población se concentrará en personas mayores de 65 años que representarán el 30% de la fuerza laboral y la juventud se convertirá en un recurso escaso y de alto valor simbólico.
Como consecuencia a lo anterior, se necesitará reestructurar el sistema de pensiones para evitar desequilibrios fiscales sin precedentes. La solución no será aumentar impuestos, sino rediseñar la idea de jubilación: pasar del retiro al apoyo con tecnología para la productividad. Según Goldman Sachs, se prevé el auge de “universidades de la longevidad”, donde personas de 60 y 70 años se reinventen profesionalmente.
A partir de lo anterior se podrían esperar 3 escenarios: 1. El mundo logra combinar IA, biotecnología y cooperación. La población mayor de 60 años impulsa una economía circular del conocimiento y existe el bienestar intergeneracional. 2. Los países desarrollados viven con prosperidad pero los emergentes colapsan por la presión fiscal y sanitaria. El envejecimiento se vuelve un privilegio de clase. 3. La automatización reemplaza gran parte del trabajo humano, y la longevidad biológica se combina con inteligencia sintética, creando ciudadanos híbridos y redefiniendo los derechos de la sociedad.
Para Norteamérica, el reto será equilibrar longevidad y diversidad. Estados Unidos será la tercera potencia económica y tecnológica a nivel mundial, Canadá se consolidará como modelo de longevidad verde, y México como la décima economía y un hub manufacturero-tecnológico capaz de combinar producción avanzada, innovación y desarrollo humano.
Si se logra integrar todas las capacidades de cada país para que se complementen, América del Norte puede transformarse en el primer ecosistema post demográfico del planeta, donde se deja atrás el modelo tradicional de expansión poblacional como motor de desarrollo (más trabajadores = más productividad) y cambia a que el valor proviene de la calidad del capital humano, la automatización y la colaboración intergeneracional.
En conclusión, la predicción de The Path to 2075 más que económica y demográfica, es filosófica: la humanidad cae en el hecho de que el tiempo sí es oro. La longevidad, la salud y la experiencia serán los recursos más codiciados del siglo XXI. Las naciones que aprendan a administrarlos con sabiduría definirán la próxima era de prosperidad. En un mundo donde la juventud se volverá rara y la vida más larga, la pregunta ya no será cuántos años vivimos, sino cómo y con quién elegimos vivir.
Referencias:
Daly, K., Njie, M., & Allen, J. (2025). The Path to 2075 — The Positive Story of Global Aging. Goldman Sachs Global Economics Analyst. https://www.gspublishing.com/content/research/en/reports/2025/05/20/2d3fe290-10b1-44be-8d0e-77b8d303928f.pdf




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