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Inteligencia artificial: Canadá como laboratorio de innovación pública.

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Mientras en muchos lugares la inteligencia artificial (IA) se ha asociado con desconfianza y temor al desempleo, Canadá presenta esta herramienta como una oportunidad para mejorar la vida en comunidad con la tecnología. Desde 2017, Canadá fue el primer país en lanzar una Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, y hoy busca llevarla hacia la vida cotidiana de sus ciudadanos.


El ejemplo más reciente es la alianza del gobierno canadiense con Cohere Inc., una empresa multinacional de IA, quienes firmaron un memorándum de entendimiento en el mes de agosto de 2025. El acuerdo no se limita a impulsar competitividad tecnológica, sino que apuesta por aplicar la IA dentro del servicio público: desde agilizar trámites burocráticos hasta mejorar sistemas de salud digital, detectar fraudes financieros y generar modelos de predicción que permitan planear ciudades más sostenibles. La innovación no se concibe como un fin en sí mismo, sino como un instrumento de ciudadanía.


Este enfoque abre una conversación amplia en posibilidades: ¿puede una nación ser laboratorio de confianza tecnológica en un contexto global donde la IA despierta cierta incertidumbre? Canadá parece decidido a demostrar que sí. Su fórmula combina tres elementos clave:

  1. Ética y regulación clara: buscan avanzar contemplando un marco de transparencia, supervisión y respeto a la privacidad de los ciudadanos.


  2. Alianzas entre lo público y lo privado: empresas, universidades y gobierno trabajan creando un ecosistema que multiplica capacidades.


  3. Proyección internacional: Canadá busca que su modelo de tecnología responsable sea ejemplo exportable a otros países y tenga difusión con alcances que sobrepasan fronteras. 


Canadá afirma que la innovación no está peleada con la inclusión entre la tecnología y la sociedad, destacan dentro de su informe que la celeridad de los procesos burocráticos mejora la calidad de vida de los canadienses. El impacto de este modelo podría ser enorme: un continente que no solo compite con China o la Unión Europea en la carrera tecnológica, sino que también define un sello distintivo de IA ética y ciudadana.


Canadá repiensa la palabra “liderazgo” y logra convertir la IA en un servicio ciudadano, destacando que el poder no se mide únicamente por la cantidad de datos que procesamos, sino por la capacidad de traducirlos en bienestar tangible.


El futuro de Norteamérica no se construirá únicamente con tratados comerciales o megaproyectos de infraestructura, sino también con la confianza que los ciudadanos depositen en sus instituciones tecnológicas, siempre y cuando se desarrollen de manera responsable y translúcida. 


La reflexión queda abierta: ¿qué pasaría si México, Estados Unidos y Canadá decidieran apostar juntos por una IA norteamericana, ética y colaborativa, que lleve la innovación a la eficiencia para la resolución de los problemas particulares de cada país? 


Referencias 

Government of Canada. (2025). Canada partners with Cohere to accelerate world-leading artificial intelligence. Innovation, Science and Economic Development Canada. https://www.canada.ca/en/innovation-science-economic-development/news/2025/08/canada-partners-with-cohere-to-accelerate-world-leading-artificial-intelligence.html


 
 
 

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